Jardin

La gran pasión de Marilena por el cuidado de las plantas transforma el jardín de Casa Augusto en un refinado oasis mediterráneo que, en cada estación, se viste de un verde exuberante, con frutos frescos y genuinos, aromas envolventes y colores vibrantes. En la planta superior, el majestuoso cedro plateado ofrece una sombra suave al camino de entrada, enmarcado por una alfombra de césped y delicadas flores. La escalera de acceso está embellecida con una imponente planta de higuera, que entre finales de agosto y mediados de septiembre ofrece frutos de una dulzura rara. A la derecha, el huerto de cítricos se compone de limoneros, naranjos y mandarinos, símbolos de la tradición mediterránea.

Adyacente a la planta superior, el huerto de Casa Augusto acoge cultivos genuinos de tomates, lechugas, berenjenas y calabacines, mientras que la parte inferior se abre a un amplio césped salpicado de olivos centenarios, rosas, hibiscos y geranios, además de árboles frutales como albaricoqueros y ciruelos.

Sumergidos en este marco natural, los huéspedes pueden disfrutar de una atmósfera de rara tranquilidad, acompañada por el canto de los pájaros y el espectáculo de los reflejos luminosos en el Monte Solaro y las aguas de Marina Piccola. Dispersas entre las esencias del jardín, pequeñas figuritas de terracota, creaciones artísticas de Marilena, añaden un toque de poesía y originalidad a este encantador espacio verde.